martes, 11 de mayo de 2010

Una reflexión en torno a los primeros comentarios

Comento, a mi vez, los primeros comentarios. Jenny plantea, en su primer comentario, el tema de las clases medias, y la pregunta apunta en dos direcciones: una, más teórica, relacionada con la teoría de las clases sociales (o con la lectura de los movimientos sociales desde una perspectiva “clasista”); la otra, más práctica, o coyuntural, relacionada con el papel de la clase media en el proceso político-social del Ecuador de ahora. Además, nos hace llegar una segunda inquietud: aquella que se refiere a la diversidad ideológica de los movimientos sociales, según consta en una parte del texto que estamos revisando.
Por su parte, Blanca nos plantea un conjunto de problemas, entre los que quiero resaltar “la importancia de la vigencia sobre la teoría de Marx en estos momentos con "gobiernos progresistas"”, igual desde la perspectiva teórica que desde las necesidades de la acción social.
Voy a topar esos temas juntos... (El texto completo se envía por correo electrónico. Sus comentarios, por favor, ingrésenlo en el blog).

3 comentarios:

Unknown dijo...

Esos acercamientos, precisamente entre sectores subalternos (sectores populares que están o son parte de algo y aquellos que no son parte mas que de la cotidianidad) yo lo ciento como un proceso del que soy parte toda la vida, la dificultad más grande que veo es la de dejar esos intereses más corporativistas; porque pensamos ser dueños de las organizaciones o de los movimientos (en la actitud de dirección y acción), ese celo y a veces absurda discrepancia porque tranquilamente podríamos confluir todos al mismo tiempo. Pongo el ejemplo de lo que éramos la Coordinadora de los Movimientos Sociales, o el mismo Pachakutik. desde la dirección se sentían opacados por otros y ya no somos bien vistos desde fuera y dentro. Creo que los mecanismos de seguir conduciendo fueron el fondo (no era parte de eso), a parte de intereses también particulares.

Ahora mismo, el posible levantamiento indígena, según comentarios es la disputa de la dirección o rectoría del Agua. Yo creo que eso debe estar bajo el Estado y llegar a acuerdos. La ley de aguas no creo que sea mala como también se la está queriendo presentar.

Yo considero, esa diversidad ideológica (ecologistas, feministas, etc) desde los movimientos sociales, no es de derecha sino de izquierda, porque se está planteando la transformación social desde diferentes movimientos que como específicos también diversos, por: las relaciones de poder subordinadas, el acaparamiento del tiempo de la vida del propio sujeto social que está visto solo para trabajar acumulando capital, por la constante lucha de clases que vivimos a diario e incluso dentro de los mismos movimientos.

El encuentro muchos de nosotros lo venimos haciendo desde hace fuuu, partiendo desde la individualidad con el compromiso que esto requiere (desde un espacio organizativo), los encuentros son hacia fuera con otros ¿allí está bien lo qu el correa hace?), la deslegitimación o el desconocimieto de la existencia de espacios. ¡Creo que muchos no hemos sido tan habiles! en cambio otros muy pilas.

Disculpa pero yo me he sentido toda la vida comunista por lo que hago, lo que no entiendo es a otros comunistas que juegan sucio, cuando se supone que tenemos principios, ideología y allí yo me pierdo.


Blanca Chamorro

Lugar de Encuentro dijo...

René Espín escribió:
En el siglo XXI, hablar de marxismo y sus categorías de análisis, necesariamente conducen a plantear preguntas sobre la vigencia teórica y conceptual de las mismas. Ante, lo cual, es importante expresar que las luchas de clases, la clase social, la hegemonía y contra hegemonía, la relación entre política y sociedad, y la relación política y economía, siguen vigentes, pese a la arremetida del capitalismo, sobre todo en la fase del neoliberalismo.

Sin embargo, es importante comprender que las definiciones teóricas y conceptuales que plantea el marxismo, después de su vaciamiento y de las prácticas sociales orientadas al fortalecimiento del corporativismo, requieren de una nueva lectura y en la mayoría de los casos se debería trabajar en la re / significación de sus contenidos, según la temporalidad, los espacios, las necesidades y las expectativas que tiene y demanda la sociedad contemporánea.

Sobre la categoría clase social, pese a su vigencia, es importante reflexionar sobre las condiciones de los nuevos escenarios y la construcción de otros actores, que son innegables en el nuevo siglo. Esto implica la diversificación de intereses, posiciones, prácticas sociales y acciones colectivas, que no necesariamente aportan el proceso de la trasformación social

En este contexto, las clases sociales, reconocidas desde el marxismo ortodoxo, se han fragmentado, por lo tanto las visiones, los intereses, las prácticas, las acciones, con lo cual se debilita la fuerza de la masa. Este planteamiento se evidencia con el surgimiento del sector microempresarial, el supuesto salto de la condición de obrero a la de dueño de capital, el mismo que no supera el salario mensual, que en definitiva, no se sabe si en realidad es un aporte real y significativo para el bienestar de la gente o el nuevo rol es otra forma de recrear el discurso y entretener al “pueblo”.

La confusión y la manipulación sobre la definición conceptual y el carácter de un movimiento social son trascendentales. Los grupos u organizaciones que realizan acciones aisladas no pueden ser considerados como tal, porque un movimiento social, según Touraine son “sistemas de acciones” que tienen vínculos y acciones colectivas que trascienda en la emancipación y transformación de la sociedad.


La relación entre el marxismo y los movimientos sociales es indudable, la lucha social es el eje de la articulación. Lo importante, en este debate es no enajenarse, por el contrario es necesario el fortalecimiento, la crítica al interior y fuera de las teorías, conceptos y prácticas de los movimientos sociales, establecer diferencias entre quienes son parte del proyecto de una nueva sociedad y quienes actúan sobre la base de un discurso de “barricada” y que en la realidad desarrollan practicas “oportunistas”, que pueden “rayar” en la perversidad, con una incidencia directa en el incremento de la frustración social.

Lugar de Encuentro dijo...
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